Los niños y las despedidas
Las despedidas no son fáciles, ya lo sabemos. No se hacen menos dolorosas con la repetición, con los años de experiencia (¡Ojalá así fuera!, ¿no?) pero sí podemos aprender a hacer mejores cierres que nos permitan mejores comienzos y transiciones más suaves. Vuelvo a aclarar: no podemos evadir el dolor (y cuando lo evadimos…