Seguimos compartiendo saberes y hoy tengo el honor de presentarte a Lois Bushong, querida colega con muchos años de experiencia tanto como expatriada como en el trabajo con expatriados.
Con Lois inauguramos un formato de posts donde podrás encontrar las respuestas en español e inglés. Si bien ella habla español muy bien, me brindó sus respuestas en inglés y confía en mi traducción (espero estar a la altura).
Empieza contándonos un poco de su historia y estoy segura que te resultará superinteresante:
Cuando nací mis padres trabajaban con mexicanos en la zona de la frontera de Texas con México. Vivimos allí hasta mis cuatros años y luego nos mudamos a Honduras como parte de una misión. Esos primeros cuatro años en Honduras vivimos en un pequeño pueblo donde nadie tenía vehículo, todas las calles era de empedrado o de tierra, no había puentes, poca electricidad, etc. Siendo los únicos estadounidenses, allí aprendí español. Luego nos mudamos a las afueras de Tegucigalpa, capital de Honduras. Pasé toda mi niñez en Honduras. La mayoría de mis amigos eran hondureños, excepto cuando me fui a estudiar a un internado a los nueve años.
Volví a los Estados Unidos para hacer la escuela secundaria en otro internado. Fue un período de importantes ajustes culturales a mi cultura “de origen”. Pasé un verano en Bolivia durante mis años de universidad. Cuando me gradué, regresé a América Latina donde trabajé para una agencia internacional por diez años.
Nuevamente, cuando me fui de América Latina la última vez, fue muy difícil hacer ese cambio de cultura sabiendo que probablemente no volvería a vivir en América Latina por un período largo. Es que yo siento que mi alma es “latina”.
Después de andar tropezando y dando vueltas en los Estados Unidos por varios años, volví a la universidad (ya tenía una maestría en Religión) para hacer una maestría en Community Counseling (Terapia Comunitaria). Ahora tengo mi consultorio privado “Quiet Streams Counseling”, en Fishers, Indiana, y además escribo mucho y doy charlas sobre temas relacionados con el ajuste transcultural. El año pasado publiqué un libro “Belonging Everywhere & Nowhere: Insights into Counseling the Globality Mobile”, que me abrió varias puertas y amplió mi trabajo en el consultorio, así como me permitió ayudar a más Adult Third Culture Kids (chicos de tercera cultura ya adultos) y terapeutas jóvenes.
¿Qué experiencia de tu vida expat no querrías repetir ni que le sucediera a otras personas? ¿Por qué?
Creo que el error más grande que cometí fue cuando me mudé, ya como adulta, nuevamente a Honduras. Pensé que como había crecido allí no tendría dificultades en realizar esa transición, ese regreso a mi “hogar” en América Latina. Y no, ¡¡¡estaba equivocada!!! Se sentía como mi hogar, y a la vez no se sentía como mi hogar. Había visto ese mundo a través de mis ojos de niña y ahora estaba viéndolo como adulta. Pensé que era un problema mío el que no lograra encajar en mi antiguo mundo pero, al mismo tiempo, tampoco encajaba con mis compatriotas estadounidenses. Me convencí de que yo misma era un desastre.
Ahora entiendo que lo que me estaba sucediendo en distintos niveles era lo esperable durante una transición. Pero en ese entonces no había nada escrito o investigado acerca de la experiencia de los ATCK (adult third culture kids) que vuelven a su “hogar”.
Mi consejo sería que aprendan todo lo que puedan sobre los niños de tercera cultura (third culture kids). Lean todo lo que puedan acerca de lo que implica regresar al “hogar” de la niñez como adultos. Sean mucho más pacientes consigo mismos y NO supongan que va a ser fácil reincorporarse a/reintegrarse en esa cultura. Explíquenle a sus compañeros de trabajo lo que les sucede a los ATCK para que no tengan expectativas desmedidas respecto de uds. o de otros ATCK.
Algunas partes del proceso serán fáciles pero se sorprenderán de las que no sean fáciles. Sepan lo esperable y eso les permitirá discurrir con el ajuste cultural mucho más suavemente.
¿Qué cosas hiciste en tu vida expat que salieron/resultaron tan bien que volverías a hacerlas en una situación similar y se las recomendarías a otras personas?
Lo que más me ayudó fue buscar apoyo emocional y conocimientos de la cultura en la gente local. Siendo una ATCK, me fue mucho más fácil conectarme con hondureños que con mis compañeros de trabajo estadounidenses. Además soy bilingüe así es que el idioma no era un problema.
Aprendí tanto de la cultura a través de su mirada, mucho más que por la interpretación que me fue dada desde el punto de vista estadounidense. Cuando observamos la cultura a través de la mirada de alguien con una cultura diferente, la observación viene teñida de los propios valores, etc. Así que esto fue MUY acertado de mi parte.
Aun así debo advertirles a los expatriados que lo hagan de manera equilibrada. También es necesaria la comunidad expatriada. ¿Por qué? Ustedes pertenecen a ambos mundos. Si el idioma local no es su primer idioma, necesitan poder comunicarse con otros en el idioma de sus sentimientos. En realidad, ustedes son parte de ambas culturas. Mi sugerencia que vean qué relaciones necesitan afianzar para tener un sistema de apoyo fuerte en medio de la transición cultural pero no como una decisión excluyente (del tipo o blanco o negro) sino como una decisión incluyente. Creo firmemente que tener buenos vínculos que nos brinden apoyo hace que las transiciones sean mucho más suaves.
Creo que sus palabras son muy sabias y útiles, sobre todo para aquellos que han vivido en otra cultura durante su infancia. Quizás sea tu caso, quizás el de tus hijos. Si quieres saber más sobre Lois y su trabajo te invito a visitar su WEB: y para leer más sobre su libro te dejo este link.
Me siento superagradecida con ella por haber compartido su experiencia en Compartiendo Saberes en ExpatPsi. ¡Gracias, gracias, gracias!
PSSST!: si te gustó este artículo dejame que te recomiende leer este y este otro. Y si tenés ganas de aprender más sobre lo que les sucede a los chicos al expatriarse (y todo el tema de TCKs) y cómo podés ayudarlos a sacar lo mejor de su experiencia internacional aprovecho para contarte que compilé toda esa información y mucha más en el Curso para Madres (y Padres) Expatriados y lo tenés acá.
Y ahora sí, la versión en inglés:
Could you please tell us about yourself?
My parents were working on the Texas/Mexican border with Mexicans when I was born. They lived there until I was four years old. They moved to Honduras with a mission agency. Those first four years in Honduras, we lived in a small town where no one had a vehicle; all the streets were cobblestone or dirt, no bridges, little electricity, etc. This is where I learned Spanish, as our family was the only US American family in town. Later we moved to the outskirts of Tegucigalpa, the capital city. I spent all of my childhood in Honduras. Most of my friends were Hondurans, except when I went away to boarding school at the age of nine.
I returned to the U.S. in order to attend a boarding school for my high school years. This was a time of many cultural adjustments to my “home” culture. I spent one summer in my college years in Bolivia. Upon graduation from college, I returned to Latin America where I worked with an international agency for ten years.
Again, when I left Latin America the last time, it was tough making that cultural move knowing I would probably never live long term again in Latin America. I believe my soul is “latina”.
After floundering around in the US for several years, I went back to graduate school (I already had a Masters in Religion) for a Masters in Community Counseling. Currently, I have my own private practice, “Quiet Streams Counseling”, in Fishers, Indiana, and do a lot of writing and public speaking on topics related to cross cultural adjustments. I published a book last year, “Belonging Everywhere & Nowhere: Insights into Counseling the Globality Mobile” which has helped open the doors for me in broadening my client base as well as coaching Adult Third Culture Kids and young therapists.
As an expat what was something that you did that went so wrong that you wouldn’t do it again and would advice others not to do so?
I believe the biggest mistake was when I moved back to Honduras as an adult. Because I had grown up in Honduras, I did not expect to have any difficulties in making that transition back “home” to Latin America. Well, I was wrong!!! It felt like home, yet it did not feel like home. I had viewed my world through the eyes of a child and now I was viewing it through the eyes of an adult. I thought there was something wrong with me as I no longer fit into my old world, but yet I did not fit in with my U.S. American peers either. I internalized that I was really messed up.
Now, I see that I was going through a normal transition on several levels. But in that day, nothing had been written or researched about the ATCK returning home.
My advice would be to learn all you can about Third Culture Kids. Read all you can about their returning to their “home” as an adult. Be much more patient on yourself and do NOT assume it will be easy as you try to slide back into that culture. Attempt to educate your coworkers on ATCKs so they don’t have unrealistic expectations of you and other ATCKs. Some parts will be easy and yet it will surprise you when parts are not easy. Expect it and then you can go with the flow of the cultural adjustments so much easier.
Considering your expat experience what was something you did that went so well that you would repeat it and would encourage others to do so?
The most helpful thing that I did was turn to the locals for my own emotional support and cultural understanding. Because I was an ATCK, I connected much better with the Hondurans then I did with my own U.S. American coworkers. I am also bilingual, so language was not a problem.
I learned so much about culture, through their worldview, rather then what was interpreted to me through the viewpoint of the North American. When we view culture through the culture of someone from a different culture, it comes out tainted with his or her values, etc. So, this was a GOOD move on my part.
Yet, I must caution the expatriate to do this with balance. As you also need your expatriate community. Why? You belong to both worlds. And if the local language is not your first language, you need to be able to connect with others in your heart language. In reality, you are a part of both cultures. My suggestion would be not to view which relationships you need to build into a strong support system in the midst of cultural transition as an either/or decision, but a both/and decision. I firmly believe that good, supportive relationships make transitions go smoother.