En junio siempre escribo sobre las despedidas. Ya casi termina el mes y aún no toqué el tema. Es cierto que no les sucede a todos los expatriados sino más bien a cierto grupo (casi siempre a quiénes viajan con todo el “paquete” de expatriados). También es cierto que según en qué hemisferio estemos junio puede traer despedidas escolares, despedidas por vacaciones… en fin, distinto tipo de despedidas.
Ahora que pienso, no solo en junio hablo sobre el tema de las despedidas; suelo hablar de ellas en muchos otros meses (además de en diciembre, claro). Las despedidas no tienen buena prensa. Se dice siempre que son difíciles, tristes, que nadie quiere pasar por ellas…
Y la idea de hoy no es decirte que las despedidas son fáciles, que son sencillas y simples. Para nada. La despedida puede referirse a una persona, a un lugar, al hogar, a un vínculo, a una institución. Todo cambio implica inevitablemente una pérdida y toda pérdida implica un duelo (otra palabra con mala prensa!). Pero te cuento que atravesarlo no es imposible como parece (para leer más sobre el tema podés ir acá). Y sí, tengo que decirte que no hacerlos SIEMPRE es más caro. Y no hablo en términos financieros (que de hecho lo es tomando en cuenta honorarios médicos o psicológicos) sino más bien en términos emocionales.
Es que sin buenos cierres difícilmente podremos tener buenos comienzos. Sin despedidas va a ser muy difícil tener “buenas bienvenidas”. Y esto no implica que no podremos tenerlas pero es que con heridas abiertas es imposible hacerlo de manera “emocionalmente saludable” y esto termina aplicando no sólo a los vínculos que podremos construir desde lo afectivo, sean parejas, amistades incluso compañeros de trabajo. Los seres humanos somos seres sociales. Se nos hace muy cuesta arriba vivir aislados y si no “cerramos” bien, si no nos despedimos bien es posible que empecemos con el pie izquierdo en los nuevos vínculos.
Entonces hoy sólo quería proponerte que pienses qué es para vos “cerrar bien”, cómo te gustaría a vos despedirte. Puede ser de una persona, de un lugar, de las cosas que nombramos antes o de lo que sientas que estás perdiendo. Podes hacerlo mentalmente (como esos momentos de inspiración en la ducha, o manejando, o viajando en transporte, etc) o sentarte a escribir al respecto. Hacelo como te resulte mejor pero no dejes de hacerlo así podes empezar, lo que sea que estés empezando, mejor posicionado.
PSSST!: si te gustó este artículo dejame que te recomiende leer este y este otro. Y si tenés ganas de aprender más sobre lo que es esperable que te suceda al expatriarte así como también ideas de como manejarlo, te cuento que hay un Curso con toda esa info: lo tenés.
