Esta vez no es un mito sobre lo que voy a escribir. O quizás sí: el famoso “es lo que hay”. ¿Cuántas veces te encontraste pensando que una situación se resume con esa frase?

“Es así”, no te gusta, no estás cómodo pero bueno, es así. Estimo que seguramente te pasó más de una vez. Y sí, somos humanos y nos pasa a todos.

“Es así” o “es lo que hay” suenan como que no hay nada que podamos hacer, no? Sucede una y mil veces que nos olvidamos que somos artífices de nuestro propio destino. Que tenemos en nuestras manos las posibilidades para procurarnos algo mejor. Por supuesto, algunas veces es más difícil que otras pero nunca estamos tan a la deriva, tan imposibilitados como tendemos a creer.

Y en esta línea pensé en contarte un par de situaciones que viví recientemente. La primera fue una conversación con alguien muy querido acerca de su pareja. A veces los motivos que hacen que un vínculo nos resulte displacentero pueden ser nuestra responsabilidad pero no por eso tenemos que quedarnos estancados ahí. Y ojo: no digo que haya que separarse (a veces es la única opción, es cierto, pero no siempre) sino que salir de la maraña de “si yo hice esto  y mi pareja esto otro” siempre permite ver con más claridad “lo que hay” y una vez visto, listo! podemos definir qué hacemos para salir de ahí. A veces lo logramos solos, otras necesitamos ayuda pero ese es otro tema. Tener la decisión de dejar de bailar ese baile que sólo trae sufrimiento es el punto de partida sin el cual nada es posible.

Y otra situación que ilustra lo que quería decir hoy me toca de cerca. No sé si te enteraste pero mi queridísima Rachel Yates organizó un “summit” (hay palabras que no se traducen bien; no es un simposio, sería un ciclo de conferencias) para quienes se están mudando, o ya se mudaron, y tienen hijos. Es más, si aún no te anotaste te lo super recomiendo, era gratis si te anotabas, avisé en su momento porque la gente que habló es genial: (ahora está  a la venta con descuento, podés verlo acá).

En fin, cuando Rachel me lo contó y vi la página del summit, otra vez me vino ese mismo sentimiento que tuve con los webinars mensuales de mi otra amiga Trisha Carter (acá cuando nos visitó en el blog) y de miles de eventos más: ¿por qué no tenemos esto en español? Seguido del ¿cuándo harán algo así en español?

Subrayo el “harán” en la frase. Y lo subrayo porque, esta vez, por suerte decidí salir del “es lo que hay” (o “lo que no hay” en este caso) y decidir crearlo yo!! Epaaa!! La sensación de alivio y libertad en la decisión fue inmediata. Salir del molesto sentimiento del no se puede al, ok, lo vamos a hacer fue algo mágico. Por supuesto, esto implica un montón de otras cosas más. Convocar a la gente (por suerte ya tengo tres invitados de lujo confirmados, pronto te contaré más!!), organizar toda la estructura (otra vez buenas noticias: Rachel me va a pasar lo que usó ella así no tengo que reinventar la rueda!!), soportar que no se pueda llegar a lanzarlo en junio y, por ende, quizás haya que esperar un poco más para que estén de regreso de vacaciones los que viven en el hemisferio norte y por supuesto, que no hay la misma cantidad de gente especializada en temas de la vida expat en el mundo hispanoparlante como en el angloparlante. Pero más allá de todos esos detalles es la posibilidad de generar eso que hace tanto quería que existiera.

Así es que sí, casi siempre eso que nos molesta, que nos incómoda, efectivamente, es lo que hay pero también podemos elegir salir de eso, como nos salga, de a pasitos, a veces más grandes a veces más chicos pero sin olvidar que, en mayor o menor medida, somos artífices de nuestro propio destino.

PD: si el summit te interesa podés anotarte acá y cuando logre conseguir todos los invitados que quiero te escribo para avisarte que ya está.

PSSST!: si te gustó este artículo dejame que te recomiende leer este y este otro. Y si tenés ganas de aprender más sobre lo que es esperable que te suceda al expatriarte así como también ideas de como manejarlo, te cuento que hay un Curso con toda esa info: lo tenés acá.