Si seguís el blog desde hace un tiempo seguramente ya sabés que no suelo escribir acerca de mí o de mis experiencias. Creo que la única vez que lo hice fue acá, particularmente molesta por la falta de profesionalismo que a veces aparece.

Esta vez es un post distinto, muy distinto. Te quiero contar algo que me pasó porque creo que puede servirte. No me di cuenta de entrada; recién lo pesqué cuando empecé a evaluar lo que ha sido este año en ExpatPsi. Ya sé, aún no terminó pero estamos en diciembre y eso siempre lleva a repensar las cosas, ¿no? Este fue un año muy, muy, muy intenso. Porque este año al consultorio y al blog se sumaron los cursos. No voy a mentirte: los cursos estaban en mi mente desde hace un par de años pero no terminaban de poder salir a la luz. No sé bien por qué pero siempre encontraba algún motivo para posponerlos. Mientras tanto, me dediqué a aprender todo lo que pude sobre cómo armar cursos a distancia que, por supuesto, no es lo mismo que dictarlos en persona como había hecho en el pasado.

En este sentido fue un año muy bueno: pude plasmar años de investigación en productos concretos para ayudar a las personas. Por supuesto, esto significó incursionar en algo totalmente nuevo. Imaginate el gran cambio que fue pasar de escribir artículos para jornadas académicas a escribir artículos para el blog. Estudié todo lo que encontré a mi alcance para poder hacer este proceso. Tampoco fue fácil encontrar mi propia voz. Seguramente, si leíste los primeros artículos, habrás notado los cambios que se fueron dando con el tiempo.

Empezar con los cursos implicó entrar en la “industria de la información”, como la llaman los “gurúes” del mundo “emprendedoril”. Y claro, leí y leí, y pasó algo de lo más extraño, que es el motivo por el que me pareció valioso compartir con vos mi experiencia.

Como te decía, terminé con una “sobredosis” de estudio e información para armar los cursos y los hice siguiendo todos los pasos más aconsejados: que haya una preventa, dictarlos un par de veces al año, que haya un grupo de Facebook o foro, etc., etc., etc. Pero, recién ahora, en medio del desarrollo de “Reencontrate en tu nuevo destino” junté las piezas del rompecabezas y me di cuenta de que me faltó lo principal: escuchar tus necesidades. Bah, no sé si eso o mejor dicho sabiendo como sé las necesidades del mundo expat hacerlos, a nivel formato, más acordes a ellas. Mejor te cuento lo que pasó.

Después de esta primera edición de “Reencontrate” me llegaron muchos mails (muchos más que con el Curso para Madres) de personas que me preguntaban cuándo empezaba y me pedían anotarse y, claro, ya había finalizado la inscripción. Por supuesto, les ofrecí anotarse en la lista de espera pero algo no me cerraba. Si alguien está pidiendo ayuda, ¿uno le dice que espere? Esa pregunta me rondaba y no me convencía del todo la manera en que lo estaba resolviendo.

Recién ahora me di cuenta de lo que pasó. Estaba siguiendo los ideales de otros, los pasos que proponen los gurúes . Estaba dejando de lado mi propio saber, justamente eso que vivo diciendo que NO hay que hacer. Y sí, soy humana también. No me gusta escribir sobre mí, para nada. Pero si esta experiencia te sirve para que no hagas lo mismo, bienvenida sea.

¡Imaginate cómo me siento! Me esmero en hacer cursos para que puedas encontrar tu propia voz, tu propio saber, y trabajo en sesiones para que los ideales y el qué dirán (o el qué están diciendo) no pese en tus decisiones y, ¡zas!, ¡eso mismo me estaba pasando a mi!

Por suerte, estar dictando “Reencontrate” me abrió los ojos. Por eso, ahora estoy quemándome las pestañas para que antes de Navidad tengas varios productos disponibles: todos los cursos de ExpatPsi revisados para que puedas acceder a ellos cuando vos los necesites, cuando vos los puedas hacer, sin tener que anotarte en listas ni esperar mails que tantas veces se pierden en la estratósfera. También, habrá nuevos cursos: ¡sí! (lo de estar quemándome las pestañas es bastante literal). Probablemente, no lleguen a estar listos todos los que desde hace años escucho que necesitás (según en que momento de la vida expat estés) pero te aseguro que todos tienen muchísima de información y herramientas (Si querés verlos, los encontrás acá). Eso sí, ninguno te dice cómo tenés que vivir tu vida, ¡ya que para decidir eso estás vos!

PD Actualizada: Los nuevos ya están hechos y no es porque los haya creado yo pero, humildemente, están buenísimos. Cada persona que se inscribe los evalúa igual, y lo que pasa es que están hechos siguiendo todo lo que he venido investigando y escuchando todos estos años, por eso están hechos con el material que sé que puede cambiar tu experiencia. Hay uno que incluso viene con un audio para que puedas pasárselo a tu familia de origen si sentís que ellos no entienden lo que implica vivir como expat. ¡Por suerte la escucha activa sigue funcionando!

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