Quizás, quizás, quizás.

Quizás en esta época estés volviendo a tu país de origen “de visita”; quizás ya regresaste o quizás tengas planeado viajar un poco más adelante. Aunque hablo de quienes van “de visita” te aclaro que para quienes se están repatriando este artículo también va a ser útil.

Quizás en este último tiempo hayas notado un silencio en el blog. Hoy escribo después de algunas semanas. Silencio acá, en el blog, porque lo que es en todos los demás lugares pasamos por unas semanas de mucho, mucho ruido con el relanzamiento del Curso Código Expat!

Quizás te preguntes qué puede tener en común volver de visita a tu país de origen con un relanzamiento? Bueno, tienen un punto crucial. Que no es exclusivo de ambos, por supuesto, pero los atraviesa de punta a punta.

Quizás ya lo adivinaste. Si no, veamos: al volver de visita generalmente tenemos una idea de lo que vamos a hacer: vamos a ir, vamos a ver a nuestros seres queridos, vamos a tener encuentros, charlas, comidas. Como solemos hacerlo durante nuestras vacaciones también creemos (sobre todo las primeras veces) que vamos a “descansar”. No sé si la comilla es la manera de hacer la entonación que estoy haciendo ahora pero bueno, intuyo que la imaginás.

Quizás no estés familiarizado con lo que implica hacer un lanzamiento (o un relanzamiento en este caso) pero sin duda te puedo decir que uno también tiene una idea de lo que va a hacer: posteos, avisos, páginas web, webinar (no me digas que te lo perdiste, si te pasó, suscribite al blog así no te vuelve a pasar!).

Quizás ya sepas que la vida no es muy predecible, ni calculable y las cosas casi nunca salen como uno las planea. Especialmente si el plan que uno tiene implica muchas variables y sobre todo mucha exactitud.

Quizás creas que estoy escribiendo esto para hablar de cómo planificar… pero no. Este artículo es importante porque vamos a tocar un tema que suele no tenerse mucho en cuenta: cuidarnos.

Quizás eso te suene raro. ¿Qué sería cuidarnos? Sería entender que nuestro cuerpo no tiene una cantidad de energía infinita y que, más allá de que si la tuviera, poder cuidarnos debería ser una prioridad.

Quizás te parece una nimiedad esto que te digo y en este punto me parece interesante lo que plantea Mario Martínez: “Si alguien nos invita a una fiesta o evento al que no querríamos ir, no va a ser muy aceptado que le digamos que no vamos porque teníamos planeado darnos un baño de inmersión y empezar la lectura de un libro que hace un mes que compramos y que estamos con muchas ganas de empezar. No, si decimos eso podemos ir dando por descontado que perdemos esa amistad. Pero si, en cambio, le decimos que nos hemos intoxicado entonces todos entenderán perfectamente y aceptarán nuestra explicación para ausentarnos.”

Quizás creas que esta es una propuesta para mentir, pero no. Lo que quiero mostrarte es que el cuidado propio, el cuidarnos a nosotros mismos, no está en un lugar muy alto socialmente hablando. Seguramente si proponemos el tema saldrían palabras como egoismo, vanidad, superficilidad, etc, etc.

Quizás te preguntes qué tiene que ver esto con tus viajes de visita. Más de lo que te imaginas. Tal como me pasó en mi relanzamiento, que no tomé las precacuciones de cuidado físico que debería haber tomado, en el 90% de los casos cuando volvemos de visita no tomamos estas precauciones y terminamos exhaustos pero además insatisfechos -y hasta molestos- con nosotros mismos.

Quizás te suene exagerado pero, creéme, tengo muchos años de escuchar expatriados y migrantes. Sé de lo que estoy hablando. Esto no pasa una que otra vez. Así como no sos el único que termina aceptando juntarse con alguien que no veías cuando vivías allí pero que ahora que vio por Facebook que estás volviendo ya te escribió para verse y no supiste cómo decirle que no.

Quizás, te tocó la sobredosis de comidas entre amigos y familiares y quedaste con un ataque al hígado del que te tomó meses reponerte.

O quizás solamente te pasó que al regresar de vuelta a tu casa te diste cuenta de que no hiciste ni la mitad de las cosas que querías ni pudiste descansar como te interesaba. Que si hubieras metido en el medio tres días de irte a otra ciudad todo hubiera sido mejor.

Sea lo que fuere dejame que insista en que le hagas lugar a tu cuidado personal. Sea físico o emocional. Podés tomarte un tiempo para pensar qué querrías del viaje. A quiénes realmente querés ver (y encontrar una salida elegante para no tener que quedar con todos los que demuestren interés en verte) o evaluar si querrías además hacer un poco de turismo.

Quizás sería bueno recordar que no dejan de ser tus vacaciones, tu tiempo de descanso y que cuidarnos a nosotros mismos si bien no tiene mucha buena prensa es de lo más importante que tenemos que aprender a hacer.

PSSST: si te gustó este artículo dejame que te recomiende leer este y este y si tenés ganas de profundizar en el tema seguramente el curso que te ayuda con todo lo que pasa cuando te expatrias te pueda interesar, lo encontrás acá:

.

LA VIDA EXPAT
NO SIEMPRE ES FÁCIL...
I agree to have my personal information transfered to MailChimp ( more information )
Por eso escribí este eBook
GRATUITO para ayudarte.
A mí tampoco me gusta el spam.
Tu email no va a ser vendido ni compartido con nadie.