A veces todo fluye. Seguramente alguna vez tuviste esa sensación. Nunca sabré si es que los planetas se alinean, si lo propiciamos a través de nuestro deseo o simplemente si fue pura casualidad; a los fines de este artículo da igual.
Pero otras veces hay cosas que insisten, preguntas que se repiten, que aparecen hasta en la sopa, por decirlo de alguna manera.
Y en agosto y septiembre me pasó algo así. A ver, yo escribo este blog hace rato pero hace muchísimo más que trabajo como psicóloga de manera online ayudando a expatriados y migrantes incluso antes de que se pudiera hacer de manera online (apelando a la creatividad, por supuesto).
¿A qué viene esto? Es porque durante los últimos dos meses recibí muchísimas veces la pregunta de si yo atendía. Y claro, primero me sorprendió. Porque uno sabe lo que sabe y entonces tiende a darlo por sentado y a parecerle una obviedad. Seguro te pasó también alguna vez. Y ahí recordé que uno quizás lo da por sentado porque lo sabe pero que no tiene por qué estar claro para los demás. Bueno, ahí fue que agregué esta página a mi sitio, como para explicar lo que hago.
Pero también me pareció que el tema daba para más y por eso este artículo. Porque este blog tiene mucho de prevención y creo que en este punto es importante tocar algunos temas.
Para empezar: no creo que todos necesiten sesiones de psicología. Es decir, expatriarse o migrar y recurrir a una psicóloga no me parece que sean cuestiones inseparables. Uno puede expatriarse y estar lo más bien -o no estarlo- y aún así no necesitar sesiones de psicología. O no quererlas! Y esto es crucial porque si uno no las quiere, no importa cuánto las necesite, no van a servir. En primer lugar porque uno no va a querer concurrir y en segundo porque nada peor para un tratamiento si alguien viene obligado. Creo que muchísimas veces lo único que se necesita es información. Hay ansiedades y angustias que son esperables, no necesariamente las tiene el 100% de la población expatriada pero son esperables. Y también hay cosas a procesar que no siempre uno quiere “tomarse el trabajo” de llevar a cabo: el duelo no es lo más divertido pero, creeme, siempre es mejor hacerlo. Y si lo hacés a tiempo te ahorrás mucho pero mucho sufrimiento (sino es como barrer y poner la mugre abajo de la alfombra: no va a desaparecer por sí misma). Justamente para eso armé los Cursos: para ayudar en estos puntos donde contar con información puede evitar sufrimiento. Pero ese no es el punto de lo que te quería decir hoy. Retomo.
Para continuar: si uno se decide a buscar ayuda “psi” hay un par de cuestiones que son importantes. Una, que está muy poco tomada en cuenta, es la importancia de que quien te escuche entienda las implicancias del proceso “expat”. Otra es que, si las sesiones son de psicología online, también esté familiarizado con ese encuadre particular y sepa usar todas las herramientas que hay a disposición hoy por hoy. Y acá te hago una confesión: me reconozco dentro de quienes habían tomado este punto a la ligera hasta que, en los últimos años, escuché algunas situaciones y me di cuenta que no es todo lo mismo y que si alguien no tiene mucha experiencia en el trabajo a distancia o en el tema intercultural la ayuda puede complicar más de lo que pueda aportar.
Pero todo se puede solucionar: quizás vos tenías un psicólogo en tu país de origen que te gustaba y con el que querrías retomar o seguir una vez expatriado. Bueno, en ese caso es importante que tomes la iniciativa y le expliques un poco la cultura en la que estás, las diferencias, los choques e incluso podrías sugerirle un par de libros al respecto (como este o éste) o alguna lectura online ya que siempre hay algún blog que toca bastante bien el tema. Porque es importantísimo que el profesional que escucha conozca y maneje algunas cuestiones específicas y fundamentales. De hecho hay muchos psicólogos que siguen este blog y que me han escrito pidiendo información. Pero porque uno no sabe lo que no sabe está bueno que, como “parte interesada”, vos te asegures que poseen ese saber sobre la dimensión intercultural que, de ser escasa, puede restar efectividad a la ayuda o, en el peor de los casos, complicar la situación.
Ahora, donde sí me parece que es fundamental sí o sí que el profesional esté bien en tema es cuando se trabaja con chicos expatriados. He hablado en algunos artículos del tema de Third Culture Kids o chicos interculturales, te traje entrevistas a quienes han sido pilares en la difusión de esta temática pero lamentablemente aún no está suficientemente difundido el tema y por eso te digo que si vas a consultar con alguien por tus hijos busques a alguien que tenga experiencia en expatriación y que esté al tanto de este tema.
Y yo desde acá agradezco muchísimo a todos los que me han escrito preguntando sobre las sesiones. Primero, porque me permitieron releer mis textos y repensar acerca de mi comunicación; y segundo porque este artículo que difunde información importante a la hora de pensar en buscar un psicólogo al estar viviendo como expatriado y no hubiera visto la luz sin su motivación.
PD: Y si conocés a alguien que está viviendo fuera de su país de origen y esta información podría serle útil, no dejes de compartirle este artículo. Entre todos podemos aumentar la conciencia al respecto.
