Hoy tengo la alegría de traerte una entrevista que estoy segura que te va a gustar un montón. Mechi, de SoyUnMix nos cuenta su experiencia, nos cuenta cómo fue su decisión de expatriarse, que le sirvió en los primeros tiempos, nos da consejos, en fin. Sé que Compartiendo Saberes es una sección que gusta mucho y hace rato que quería empezar con este nuevo formato, más preguntas y más saberes para compartir. En épocas donde está sobrevaluada la juventud creo que es importantísimo que podamos atesorar esto, las experiencias que nos pueden compartir, los saberes que cada uno va logrando hacer con su experiencia de vida.

¿Como era tu vida antes de expatriarte y cómo fue la decisión de expatriarse?

Antes de irme de Argentina vivía con mi mamá y mis hermanos y de un día para el otro, estaba viviendo en Europa, con mi novio. El empezaba su carrera como jugador de rugby profesional y se tenía que ir a vivir a Francia. Yo lo fui a visitar y nunca más volví. Fue una decisión jugada pero la mejor decisión que tomamos en nuestras vidas.
Fue bastante sin pensar ni analizar mucho. Fue una decisión tomada con el corazón.

¿Cómo te sentiste en los primeros tiempos de la expatriación?

El primer tiempo de expatriación no extrañé nada, nada. No extrañaba Argentina, no extrañaba a mi familia, a mis amigos. Estaba copada con mi nueva vida, estaba muy ocupada aprendiendo francés. Me había puesto entre ceja y ceja hablar francés perfecto para poder desenvolverme bien y no depender de Esteban —que él sí hablaba perfecto— y en conocer, en hacerme amigas, en aprender cosas. La verdad es que no me costó nada la expatriación al principio. Hoy sí me cuesta un poco más.
Me ayudó eso: estar ocupada. Me llenaba los días de cosas. Por más que estaba con Esteban, yo también me ocupaba de buscar cursos para hacer. Siempre fui bastante inquieta! Me acuerdo que en la municipalidad de donde vivíamos, que en ese momento era Tours, daban cursos gratis y entonces me anotaba en todos los que se me cruzaban por el camino, si me daban los horarios, lo hacía.

¿Qué te resultó de ayuda en esos tiempos?

Eso, mantenerme ocupada. Y además estábamos muertos de amor y estábamos como en nuestra nube, ¿no?. Me ayudó estar con él, estar con Esteban, y ocupar el tiempo un montón. No dejar tiempos, baches, para poder extrañar. No me lo permitía. No me daba el espacio porque estaba siempre haciendo algo.

¿Sentís que sos la misma que eras cuando te fuiste?

No. Pero por el hecho de que pasaron 12 años desde que me fui de Argentina. En 12 años una cambia.
Creeo que esta experiencia es super enriquecedora. Abre la cabeza, nutre de vivencias espectaculares. Creo que hoy no sería la persona que soy si no me hubiera ido. Ojo, no digo que sea ni mejor ni peor, solo diferente. Con las cosas buenas y malas de ser una expatriada.

¿En qué lo notás?

Uno se adapta al lugar en el que está. Y entonces hay un montón de cosas que, sin desmerecer, son muy argentinas, “argentineadas”, que cuando estás allá las vivís y sos uno más y hacés un montón de cosas que no corresponden pero total todo el mundo lo hace y no importa. Y viviendo acá, quieras o no, te vas adaptando, te vas haciendo un mejor ciudadano, te vas haciendo un ciudadano más responsable. Ojo, mucho de eso tiene que ver también con la edad. No es lo mismo a los 24, cuando me fui, que a los 36 que tengo ahora. Y sos más consciente, sos más consciente al manejar, respetás las leyes.

También en la forma de educar a tus hijos. Con Esteban siempre tratamos de tomar lo mejor que podemos de cada sociedad. Y entonces tenemos un montón de cosas de la sociedad argentina que no las queremos cambiar por nada del mundo, de la cultura sobre todo, y queremos que nuestros hijos las tengan. Y hay un montón de cosas de la cultura europea, vamos a decir, por los países en los que viví, que también, que ojalá algún día lleguen a Argentina porque sin duda seríamos un país muchísimo mejor. Nosotros tenemos la suerte de poder tomar las cosas buenas de cada una de las culturas de los países en los que vivimos y apropiárnoslas para nosotros y para nuestros hijos.

¿Cómo empezaste con tu trabajo actual? ¿era algo que podrías haber sabido de antemano que ibas a hacer?

Empecé el blog por hobby, para mostrar las cosas que hacía. Tenía muchísimo tiempo libre porque vivía en Edimburgo, mis hijos iban al jardín varias horas y yo me quedaba en casa. En Edimburgo hace un frío que te morís y no me daba para estar saliendo a conocer porque, ¡ni loca, menos 17º, imaginate! Y bueno, empecé con el blog, me empezó a leer más y más gente. Una amiga, Vero Mariani, me dijo que me tenía que dedicar a esto, que tenía que al menos probar. Yo lo venía pensando hace un montón pero la verdad es que no quería que cambie la esencia del blog. Lo que no quería es que por ser un trabajo ahora deje de ser un disfrute. Pero a su vez quería trabajar y quería generar un ingreso, y no quería dejar a mis hijos. A mí me gusta ser mamá, disfruto un montón ser mamá, lo elijo. Pero también me gusta sentirme productiva, sentirme activa, y era la salida perfecta: no tenía que salir de casa, hacía algo que me gustaba, sin dejar a mis hijos. Y así fue. Y empecé ya hace más de un año y gracias a Dios me va cada vez mejor y no pasó lo que era mi gran miedo, que era dejar de disfrutar el blog.

Amo mi trabajo, es un cable a tierra, un disfrute. La verdad, es un privilegio hoy en día poder trabajar de lo que me hace feliz!

¿Qué les dirías que NO hagan a quienes están viajando por el trabajo de su pareja?

Depender de él/ella. Perder la independencia. Alguien puede estar viajando siguiendo a su amor, siguiendo lo que la vida le propone, pero siempre hay maneras de ingeniárselas, siempre, de seguir teniendo tu vida y tu independencia. Me parece super importante porque, si no, en algún momento esa dependencia hacia el otro se va a hacer pagar. El otro se va a terminar molestando y vos también porque vivir dependiendo del otro en algún momento cansa. Eso es lo que diría que no haga. Y quedarse encerrada y tener miedo a salir al mundo, a salir al país en el que estés. Cuando mi marido era jugador, yo veía un montón de otros jugadores que venían con sus novias y las ellas no salían de sus casas, no hablaban el idioma, no se interesaban por la cultura del país.

Claro, ellos tenían su trabajo, aprendían el idioma porque, si no aprendían francés, no podían jugar. Y ellas no hacían nada y estaban en un minighetto de 2 o 3 australianas, sudafricanas o inglesas pero no aprendían el francés y no hacían su vida. Esa es la primera recomendación que haría. Salgan, anímense! No es grave hablar mal, aunque sea con lenguaje de señas! Tengan su vida, su independencia, hagan su propia experiencia!

¿Qué les recomendarías que hagan a quienes están viajando por el trabajo de su pareja?

Bueno, un poco, y tiene que ver con la anterior, que es no perder la independencia. Después, depende del país, ¿no?, pero si no hablás el idioma, llegar y meterte de lleno a aprender el idioma es fundamental para la vida. Después hay muchos grupos de Facebook de “Argentinos en x lugar”. Hay gente que dice que no, que está mal, que hay que tratar de integrarse en la sociedad del país, pero a mí siempre me gustó rodearme de argentinos en el país/ciudad en el que estuviera. Simplemente porque me gusta la cultura argentina de la amistad, de la espontaneidad, y porque me gusta hablar castellano con amigos. No quita que también me haga de amigas del país y que tenga aparte otros programas. Pero siempre son un soporte los argentinos, siempre. Aparte van a estar siempre todos en la misma. Entonces, buscar “Argentinos en Londres, Argentinos en el Reino Unido, Argentinos en París” o donde sea.

El whatsapp, el Skype. Son fundamentales hoy en día para poder estar comunicado con la familia. Sacar el registro del país. Generalmente en los países de Europa podés manejar con el registro argentino un año. Después ya estás manejando de forma ilegal. Y generalmente lleva mucho tiempo poder sacar los registros acá. Tenés que hacer un montón de cursos, de horas de manejo y aprenderte mucha teoría, que no es que lo pasás así como así. Hay que estudiar de verdad y lleva meses. O sea que llegás, te instalás y a los meses empezá ya a averiguar eso porque, si no, no vas a poder manejar más que un año.

Averiguar sobre la medicina de cada país. En el Reino Unido sí o sí recomiendo tener una medicina privada porque la medicina pública es realmente mala… Es lenta, burocrática y, sí, mala salvo que tengas problemas graves. Yo tuve problemas graves de salud con Isi, mi bebito, y ahí ¡chapeau!, no puedo decir nada porque fue excelente el NHS, que es el sistema médico del Reino Unido. Pero si no tenés ningún problema grave es un desastre. A mí me sacaron la vesícula de urgencia mientras estaba de vacaciones en Marruecos por culpa del NHS, 100 % culpa del NHS, y así te puedo contar un montón de historias.
Abrirte un blog es una buena opción para estar conectada, para poder contarle a todo el mundo sin tener que estar mandando 50 mil mails e ir haciendo como un diario de la experiencia que están viviendo.

Y después algo bastante tonto pero… No te traigas los muebles, no te traigas un montón de cosas, ropa innecesaria, porque acá todo es realmente muy barato, muy accesible. Y cuando llegues te vas a querer matar de haber traído tantas cosas y haber gastado plata en mudar un montón de cosas, ropa/muebles, y que acá te van a dar ganas de comprarte todo nuevo.

Y ahora sí, viste que pasamos por varios temas? Desde los principios de la expatriación a los SI y no los NO para quienes migran por amor (que creo que igual pueden ser muy útiles para quienes viajan por su cuenta también) y cómo ella pudo reencontrarse en la expatriación (¿ven que se puede?).