Hace un tiempito te comentaba que este año voy a difundir algunos temas que si bien no tienen que ver específicamente con la psicología, son fundamentales en la vida expat (si no lo leiste, lo encontrás acá).
Te comentaba también sobre una entrevista buenísima que hicimos con Rachel Yates pero, lamentablemente, aún no está lista (¡¡gracias totales a Mariela Vallati quien se está ocupando de la traducción para que pronto te la pueda compartir!!). Como la propuesta de escribir sobre estos temas tuvo tan buena recepción y Rachel me autorizó a compartir su obra en español (Wow!! qué honor, no!?) puedo traerte este cuestionario que ella hizo para que puedas evaluar cómo estás en esos temas tan espinosos que nadie quiere tocar pero que son tan importantes.
Unas aclaraciones antes de empezar: este cuestionario pregunta si sabés o no ciertas cosas. Eso no implica que las tengas resueltas sino si tenés el conocimiento necesario. La segunda aclaración es que fue desarrollado teniendo en mente a quiénes se expatrían acompañando el trabajo de su pareja. Aún así creo que más de una pregunta puede ser útil incluso para quienes nunca salieron de su país por lo que me parece relevante compartírtelo. Y, por último, un paréntesis: mientras escribía este artículo, la página de Código Expat desapareció! Sí, así como lo escuchás. Increíble pero real: mientras estoy promocionando el curso con un 20% de descuento se borró la página (@$^”·$%&//). Arreglar eso tomó un tiempito y por eso este artículo que te comparto hoy va a llegar en dos entregas. ¿Listo? Acá vamos con las preguntas del cuestionario:
1. Sé cuanto dinero necesito tener como “colchón” para sobrevivir a una pérdida de trabajo, una repatriación, un problema de salud u otra situación inesperada de emergencia financiera como para no tener que pedir un crédito o tocar ahorros de largo plazo.
2.Tengo una cuenta bancaria independiente (de la de mi pareja) a la que puedo acceder fácilmente a mi nombre y con fondos suficientes como para mantenerme a salvo en una situación de emergencia.
3. Conozco todos los detalles de nuestros bienes familiares: incluyendo: cuentas bancarias, cajas de ahorro, planes de retiro, inversiones (cuentas, acciones, participaciones), propiedades, seguros de vida.
4. Soy beneficiario solo o co-titular de todos los bienes familiares.
5. Tengo acceso y total conocimiento de cualquier deuda de nuestra familia.
6. Sé que podría pagar los gastos del día a día para mí y mi familia si tuviéramos una pérdida del ingreso familiar.
7. Soy un residente legal (independiente de los papeles de residencia de mi pareja) en el país donde están estos bienes.
8. Tengo acceso independiente a la salud en mi país de origen y/o en el país donde estoy viviendo.
9. Tengo acceso a mi propia pensión de retiro y/o fondo.
10. Tengo los fondos (y derechos) para la educación de mis hijos (hasta el nivel que me sea relevante).
11. Sé cuánto necesitaría de un seguro de vida como para que cubra los gastos de vida míos y de mis hijos.
12. Regularmente hago depósitos en una caja de ahorros, independiente y a mi nombre.
Y?? ¿Cómo vas hasta ahora? Sea que estas preguntas apliquen, sea que hayas respondido todas afirmativamente o no, podrás ir viendo que si esto es necesario hay muchísimas personas que no han considerado estos aspectos en su vida como expatriados. Y, como dice Rachel, esto no es sólo en caso de que alguien se separe. A veces, en las familias se dividen las tareas y la información (ya sea sobre temas financieros o sobre cosas de los chicos) recae toda en manos de uno solo de los dos y ante cualquier eventualidad, el otro no puede resolver esos temas.
El cuestionario continúa y te lo estaré acercando en un próximo artículo. Por supuesto, si querés ver la versión completa (en inglés y con un diseño muy lindo) estás más que invitado: la encontrás acá. Y también, si querés aprender sobre otros temas inherentes a vivir fuera de tu país de origen que podrían ayudarte a mejorar tu experiencia te invito a que consideres sumarte a Código Expat, el curso de ExpatPsi.
Como dice Rachel, no tener plan es un plan, aunque uno muy muy malo. Es dejar librado tu futuro al azar, es entregar la responsabilidad de tu seguridad en manos de otro; puede terminar siendo alguien que te quiera mucho o alguien que jamás te haya visto. Es poner todos tus huevos en una canasta y después dárselos a otro para que te los lleve. En fin, no es una buena idea.