La gestión del conocimiento es algo que me ha interesado siempre. Cuando entrevistaba expatriados y migrantes escuchaba sus procesos, lo que habían aprendido, cómo lo habían aprendido y no podía dejar de preguntarme: “¿Cómo hacer para que otros también puedan usarlo todo ese saber? “. Al comentarles mi inquietud varios me propusieron crear un foro con ese fin. La idea es buena pero, como el tiempo disponible es acotado, no puedo hacerlo. Además ya existen varios, con distintos fines, ya sea para conocer personas con mente global, para conectarse con personas del propio país, etc.

Entonces pensé qué es lo que sí podía hacer y así fue que nació este blog, para compartir información, recursos, datos, etc. Hasta ahora vengo contándote conceptos, teorías y casos puntuales. Te acerco herramientas que me parecen pueden resultarte útiles. Pero en todo este tiempo seguí pensando la cuestión de la gestión del conocimiento. Te cuento un poco más de qué se trata y seguro que te va a parecer relevante para la vida expat.

La gestión del conocimiento surgió cuando las empresas (sí, pareciera que estos temas siempre vienen de las empresas) descubrieron que, por ejemplo, no es lo mismo que Susana haga las fotocopias que las haga otra persona. Porque cuando Susana se va (o la despiden para abaratar costos, eso no importa), traen a Jacinta y ella hace las fotocopias igual de bien que Susana, pero de pronto hay varios problemas internos en el equipo de ventas que antes no existían. Cómo el único cambio ha sido la partida de Susana, podemos investigar más y descubrir que ella, mientras hacía las fotocopias, ayudaba a la compañeros a llevarse bien, charlaba con ellos sobre las diferencias y les daba consejos y aportes para que el grupo funcionara. El ejemplo suena medio superficial, pero creo que se entiende bien la idea. Las empresas también hallaron que muchas veces Susana misma no sabía todo lo que hacía; más allá de las funciones de su puesto. Y ahí empezaron a conceptualizar la gestión del conocimiento. Entonces, eso que hacemos y que sabemos que lo hacemos (que nos sería muy, muy fácil trasmitirle a otros) es el conocimiento explícito, pero hay otras cosas que sabemos pero que no sabemos que sabemos (y no, no estoy hablando del inconsciente) y eso es el conocimiento tácito.

¿Por qué es relevante el conocimiento tácito en la vida expat? Porque el shock cultural generalmente afecta muchísimo al conocimiento tácito. Es decir, mientras vivo en mi lugar de origen, puedo saber si la vendedora está esperando que regatee o no o si la persona con la que estoy hablando se está sintiendo incómoda o no con la conversación (bueno, al menos, puedo saberlo la mayoría de las veces). Ahora, cuando vivo en el extranjero me doy cuenta de la importancia de este conocimiento tácito justamente porque me falta. Esto no me convierte en un experto en el conocimiento tácito, pero sí sucede que, si me reúno con personas de mi país podemos conversar sobre cómo hacemos esto o lo otro en nuestro país. Ahora, si se lo preguntamos a alguien que nunca ha salido de su país, seguramente le sería difícil poner en palabras ese conocimiento tácito. Para quien no ha tenido una experiencia expat, es simplemente el modo de hacer las cosas.

Me gusta pensar que la vida expat/migrante facilita el acceso al conocimiento tácito. Y esto me lleva a insistir con mi idea: si hay tantas personas que han producido saberes en sus experiencias migratorias, ¿cómo podemos hacer para que esos saberes les lleguen a otros (más allá de sus contactos inmediatos, obviamente)?.

Durante mis años trabajando en corporaciones (sí, los tuve), trabajé en gestión del conocimiento (¡qué sorpresa!, ¿no?) y usaba una técnica muy interesante para evaluar lo sucedido en una situación y extraer conocimiento que pudiera ser repetible y reusable. La aplicaba a grupos pero pienso que también sirve en singular. Son cuatro preguntas:

1. ¿Qué pasó?
2. ¿Por qué pasó?
3. ¿Qué salió tan mal que no queremos volver a hacerlo?
4. ¿Qué salió tan bien que lo querríamos repetir?

Estas simples preguntas pueden ayudarte a poner el foco en situaciones que hayas vivido y a obtener conocimiento (que probablemente tengas como tácito en este momento). Al convertir ese conocimiento tácito en explícito, vas a poder apropiarte de la experiencia.

De paso, aprovecho para contarte que estoy preparando nuevas secciones para el blog. En una de ellas compartiré experiencias de expats/migrantes que inspiran y trasmiten aprendizajes. Porque sigo teniendo la idea que me llevó a crear este blog de generar un espacio para compartir saberes.

PSSST!: si te gustó este artículo dejame que te recomiende leer este y este otro. Y si tenés ganas de aprender más sobre lo que es esperable que te suceda al expatriarte así como también ideas de como manejarlo, te cuento que hay un Curso con toda esa info: lo tenés acá.